sábado, 5 de julio de 2008

Barreras "arquitectónicas" invisibles

Hoy he leído una crítica en La Vanguardia sobre el festival Rock in Rio celebrado en Madrid. Aparte de lo curioso del nombre (¿acaso es en Río?) el autor ha dicho que había poco de rock. Pero a mi lo que me ha llamado la atención es que ha dicho que no dejaban entrar ni comida ni bebida al recinto, así que todo lo tenías que comprar dentro.

Cito textualmente: "Si vas a Rock inRio, come antes. No solo por las colas de miles de personas que matarían por un hot dog, sino porque cuando logras el ansiado bocadillo, compruebas que lo que tienes entre tus manos no sabe a salchicha, ni mucho menos, está caliente."

Un hot dog. Estupendo. ¿Había algo más? Lo dudo, y esto hace que un celíaco no pueda ir a un festival de este tipo sin haber comido antes y con el conocimiento de que una vez dentro NO PODRÁ COMER ABSOLUTAMENTE NADA. No dejo de banda a los diabéticos, que tendrán un problema similar con los refrescos (dudo que tengan algo sin azúcar) y su opción es comprar agua a precio de oro.

Las organizaciones de estos festivales deberán tener sus razones para no dejar entrar comida ni bebida, pero supongo que estas motivaciones son exclusivamente económicas. Pues que sepan que están discriminando a los colectivos con problemas alimentarios, entre ellos el celíaco. Es lamentable.

Algo similar pasó en el Fòrum en Barcelona, en los primeros días no dejaron entrar ningún tipo de comida ni bebida, ¡hasta requisaron una botellita con agua para el biberón de un bebé!. Envié una queja y me respondieron que iban a eliminar la prohibición, pero fue suficiente razón como para decidir no visitar esa exposición.

Total, para ver los guerreros de Xi'an, decidí verlos en su emplazamiento original. ¡Impresionantes!

2 comentarios:

Caminar sin gluten dijo...

Es lamentable, pero nunca piensan que hay jovenes y adultos a los que nos gusta la música, las actuaciones, las exposiciones y es más hasta la universidad y no tienen nunca productos sin gluten... ¡lamentable!.

Besotes,

Ana y Víctor.

nek dijo...

Es un camino largo, pero el hecho de no dejar entrar nada es puramente económico. Creo que para poner un puesto de comida o bebida dentro de uno de estos eventos los impuestos son bestiales y quieren asegurarse la clientela, porque si no no habría ni eso, de todas formas conseguir que puestos de estos que van de un evento a otro, piensen en necesidades específicas, de celíacos , diabéticos etc está muy lejos de sus pretensiones comerciales.