domingo, 23 de noviembre de 2008

Menudo abandono & compras de emergencia

Qué abandonado tengo mi blog. Justo anoche eleleo me lo comentaba en la enésima cena a la que nos ha invitado en su casa. (Gracias guapos).




He estado en una etapa "voyeuse" (vulgo fisgona) en lo que a blogs se refiere. Pero hoy entro en mi cuenta RSS (un chivato de actualizaciones en blogs) para seguir fisgando y me encuentro ¡dos comentarios en mi blog! Y me han hecho taaaaanta ilusión que me he decidido a romper esta apatía de postear en mi blog contando algo que me pasó hace ya mes y medio.



Bajo del autobús y cruzo el paso de cebra con mis zapatos de tacón de "voy super-elegante al trabajo". Al llegar a la acera doy un paso y mi talón pisa el aire... ufff qué raro... doy otro paso y otra vez... ejem esto ya no es que camines como un pato. Compruebo qué pasa y mi tacón izquierdo ha desaparecido. Giro mi cabeza y ahí está, un tacón en el bordillo. Recogí mi tacón sin mirar a los coches que esperaban en el semáforo de lo avergonzada que estaba, y cojeando todo lo dignamente que podía (y riéndome de lo absurdo de la situación) me voy al trabajo, por suerte sólo son 2 minutos caminando.


Cómo no, discreta que es una, lo explico a voz en grito a mis compañeros, y todos partidos de la risa. Pero es que a mi me gustaría verlos caminar -1.con tacones (ya sería tooodo un espectáculo) y -2.con un sólo tacón. Y de verdad que es difícil caminar con un sólo tacón. Además, del talón del zapato salían unos clavos que para qué.


Esa misma mañana un compañero se puso de cuclillas para hablar con otro, y al agacharse le crujió la rodilla de un modo espantoso. Pensamos que se había lesionado porque él también miró asombrado, pero dijo que estaba bien aunque se asustó por el fuerte crujido. Bueno, la edad no perdona, ¿no? Al cabo de un rato el chico-rodilla-crujiente salió a fumar a la calle, y allí se dio cuenta de que -1.el pantalón le iba más suelto y -2.le entraba aire frío en su trasero.

Sí, efectivamente el crujido de su rodilla había sido tapado por una rasgada tremenda en la costura trasera de su pantalón. Tuvo que sacar su camisa por fuera para tapar el desaguisado. Un pack consultor estupendo: el tío camisa faldona arrugada y la tía coja semidestaconada ¡en un mismo día!

Al mediodía nos fuimos los dos a hacer compras de emergencia: unos zapatos nuevos para mi, un pantalón para él.

Y para ser una compra de emergencia, qué botines más guapos y más cómodos me compré. Y lo mejor de todo... ¡SIN TACÓN! :D