domingo, 22 de marzo de 2009

El precio de un análisis

Mi padre es taxista, y conoce a un compañero de profesión que vive en el mismo barrio. Este señor tenía continuamente problemas de salud, que le han durado varios años, en los cuales se encontraba mal contínuamente y periódicamente tenían que ingresarlo en el hospital durante algunos días para recuperarse de continuos achaques. Durante esos años le han hecho un sinfín de pruebas médicas para diagnosticar su enfermedad, y tras una larga temporada de baja médica y agobiado por su situación financiera se vio forzado a vender su licencia y tramitar el subsidio por larga enfermedad, dado que sus problemas de salud le impedían desarrollar su actividad. Mi padre me dijo que ante la cantidad de pruebas y la falta de diagnóstico llegó a pensar si sería hipocondríaco.

Hace unos días mi padre se lo encontró por el barrio, y el hombre ya se está recuperando pues al fin tiene su diagnóstico: es celíaco.

Sí, años de encontrarse mal, años de salud deficiente, un sinfín de pruebas médicas y de bajas laborales (siendo autónomo), la incertidumbre de no saber qué podía tener, y finalmente... es celíaco. Tratamiento: no comer gluten. Punto.

Conozco a otra mujer a quien le detectaron la celiaquía tras varios años de anemia ferropénica sin motivo aparente. Al fin tuvo la suerte de dar con un médico privado cuya hermana es especialista en diagnóstico de celíacos, y por esa casualidad le hicieron las pruebas de celiaquía.

¿Alguien me puede decir POR QUÉ las pruebas de celiaquía, que comienzan por un simple análisis de sangre, no se hacen desde un principio? ¿Por qué cuesta tanto descartar que se trate de una celiaquía? ¿Por qué tienen a personas con problemas asociados a un cuadro de malnutrición y no descartan una intolerancia alimentaria? ¿Tan caro es ese análisis?

A este señor le han hecho perder años de su vida, su situación actual es que ya no tiene su licencia de taxista y tendrá que trabajar como asalariado. Tuvo que tomar una decisión precipitada por un diagnóstico tardío.
Y si hablamos en términos económicos de la Seguridad Social, el dinero público gastado en las innumerables pruebas médicas y hospitalizaciones es vergonzoso.

Hace unos meses leí "Gluten-Free Girl", escrito por una chica estadounidense que fue diagnosticada como celíaca tras muchos problemas. Obtuvo su diagnóstico porque ella misma pidió a su médico que le hiciese las pruebas de la celiaquía, siguiendo la recomendación que le habían hecho dos amigas que habían visto un documental. Tras varios meses de pruebas médicas, el hecho de que dos amigas suyas viesen un documental sobre la celiaquía posiblemente le salvó la vida, pues estaba con un cuadro de desnutrición grave.

Cuando leí el libro, pensé que eso no pasaría aquí. Pero ya he comprobado que no, que cometemos exactamente los mismos fallos.

Ahora se me ocurre que la solución habría sido que mi padre hubiese acompañado a ese hombre al médico y le hubiese hablado de las pruebas de la celiaquía...

¿Cuándo se darán cuenta de que un simple análisis de sangre puede ahorrar problemas de salud a mucha gente, y de paso ahorrar gastos innecesarios a la Seguridad Social? ¡¡¡Es lamentable!!!

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