Mi vida está llena de casualidades (ya escribí sobre ello anteriormente), aunque por desgracia los olvido hasta que algo los vuelve a disparar.
Ahí va uno. Hace unos diez años salí de noche con una una amiga. Esperando el metro en una estación con andén central único (de estos que los trenes pasan a los lados del andén) vimos al fondo del andén a una chica que iba caminando un tanto errática y que acabó cayendo a la vía contraria a la nuestra. Recuerdo a mi amiga asustada gritar "ay ay ay" y enseguida un chico de raza negra saltó a la vía, la recogió y la subió en un santiamén. El metro hizo su entrada, y no exagero, 10 segundos después de ser subida. De verdad, fue de pelos que la chica fuese salvada.
Aquella misma noche, al ir caminando hacia una discoteca por una zona industrial totalmente desierta, un chico nos dice a nuestra espalda "una pregunta". Yo dije a mi amiga "no te gires y sigue andando" porque la zona estaba de un solitario que espantaba. La voz siguió diciendo "eh eh vosotras, una pregunta" y nosotras aceleramos el paso, yo casi echando a correr. Al final la voz dijo "por favor, sólo es una pregunta" con un tono que nos dio pena y nos paramos. No recuerdo cuál era su pregunta, supongo que cómo ir a una discoteca, y tal cual mi amiga le está respondiendo le miro y le digo "¿Víctor?" Sí, era él, un compañero de colegio que se mudó a vivir a Valencia ¡cuando tenía once años!. Y me lo encuentro en Barcelona (que tiene unos cuantos habitantes, ¿eh?), que estaba de visita, y encima lo reconocí después de unos veinte años. Y eso que estuve a punto de salir corriendo con mi amiga del susto que llevábamos :D
Hoy he tenido otra casualidad: mañana empiezo mis vacaciones, volando a Mallorca para malcriar una semanita a nuestros ahijados, pobres de sus padres, no saben lo que han hecho. Y hoy me conecto a mis blogs favoritos, entre ellos Infoceliaquía, y me encuentro que hoy mismo han publicado una "Guía de Mallorca sin gluten". ¡¡¡P E R F E C T O!!! Gracias a Carmen Barceló, su autora, por hacer un compendio de todo lo necesario para hacer más fácil la vida de los celíacos en su isla. ¡Qué ganas tengo de comenzar mis vacaciones!
Y por cierto, la chica que cayó al metro (porque tuvo un fuerte mareo) está perfectamente y tiene dos hijos guapísimos. Lo sé porque ¡oh nuevamente otra casualidad! desde hace tres meses trabajo con su marido :O
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