Grandiosa, apabullante, majestuosa, impresionante.

En el restaurante "Firenze Vecchia" nos atendieron unos camareros profesionales (de los que ya no se encuentran, personas que han ejercido esta profesión durante muchos años, ¡y cómo se nota!) y comí ensalada de setas y spaghetti con salsa de pommodori. Los postres fueron un tanto decepcionantes para todos pero el café estaba buenísimo.

Y lo mejor: subir a la cúpula y ver Florencia desde lo más alto del duomo. ¡¡¡Aaahhh qué vistas!!! Merece la pena pagar los 6€ y subir los cuatrocientos y pico escalones (algunos de ellos de casi medio metro de altura) para ver Florencia desde lo alto. Al ir con los petisos y no haber ascensor tuvimos que turnarnos para subir, primero las chicas, después los chicos. Esto alargó mucho la visita, pero lo aprovechamos para tomar helados y café justo enfrente del duomo, todo un lujo por las vistas y por el precio :P

Acabamos la tarde en la Piazza della Signoria dominada por el impresionante Palazzo Vecchio (cuánto gana este edificio en vivo) y haciendo volar a los petisos con el consiguiente dolor de brazos por mi parte. Un rápido paseo por la Galeria degli Ufizzi y el Ponte Vecchio puso el punto final a la jornada turística, y la cena en "La Grotta Guelfa" con un vino blanco Sauvignon fue la guinda del pastel.
1 comentario:
Gràcies pel comentari! Quines fotos tan xules...em fan venir ganes de tornar a la Toscana.
petons
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